Clase: Basidiomycetes.
Orden: Agaricales.
Familia: Cortinariáceas.
Sombrero carnoso, delgado en el margen, acampanado que puede alcanzar hasta 8 cm de diámetro. Primero es convexo, más tarde se abre y puede conservar un mamelón central. Es de color vivo, rojizo, anaranjado, leonado o pardo rojizo.
El himenio está formado por láminas adherentes y escotadas, desiguales con color que varÃa del amarillo cuando jóvenes a anaranjado y rojizo cuando maduran.
Pie alargado y cilÃndrico de color amarillo recorrido por fibrillas oscuras. La cortina desaparece enseguida. La esporada es de color pardo herrumbre.
Habita sobre todo en bosques caducifolios, aunque también se puede encontrar bajo conÃferas. Aparece en otoño
Tóxico mortal. Provoca intoxicaciones mortales.
Los sÃntomas de intoxicación no se manifiestan hasta algunos dÃas después de su ingestión, normalmente entre dos y quince dÃas. Los sÃntomas más frecuentes son cansancio, sequedad de boca y labios, sensación de ardor en la lengua, dolor de cabeza y trastornos renales y hepáticos.
Afortunadamente no son muy abundantes y difÃciles de confundir con ninguna otra especie comestible.
Orden: Agaricales.
Familia: Cortinariáceas.
Sombrero carnoso, delgado en el margen, acampanado que puede alcanzar hasta 8 cm de diámetro. Primero es convexo, más tarde se abre y puede conservar un mamelón central. Es de color vivo, rojizo, anaranjado, leonado o pardo rojizo.
El himenio está formado por láminas adherentes y escotadas, desiguales con color que varÃa del amarillo cuando jóvenes a anaranjado y rojizo cuando maduran.
Pie alargado y cilÃndrico de color amarillo recorrido por fibrillas oscuras. La cortina desaparece enseguida. La esporada es de color pardo herrumbre.
Habita sobre todo en bosques caducifolios, aunque también se puede encontrar bajo conÃferas. Aparece en otoño
Tóxico mortal. Provoca intoxicaciones mortales.
Los sÃntomas de intoxicación no se manifiestan hasta algunos dÃas después de su ingestión, normalmente entre dos y quince dÃas. Los sÃntomas más frecuentes son cansancio, sequedad de boca y labios, sensación de ardor en la lengua, dolor de cabeza y trastornos renales y hepáticos.
Afortunadamente no son muy abundantes y difÃciles de confundir con ninguna otra especie comestible.