CONGELACIÓN

Se pueden congelar directamente o guisadas. 
En la congelación directa se emplean especies que poseen carne firme. Si los ejemplares son pequeños se pueden congelar enteros. Si son grandes se trocean previamente. 
La forma de hacerlo es muy sencilla. Se limpian bien las setas, sin lavarlas, y se meten directamente al congelador en bolsas de congelación.


En la congelación guisadas, troceamos los ejemplares y las salteamos unos seis minutos en aceite de oliva y las dejamos enfriar, las colocamos en un recipiente y las metemos al congelador. 



En ambos casos el truco está en que cuando queramos usas las setas no debemos dejar que se descongelen, sino cocinarlas directamente del congelador. 
Son adecuados para este tipo de conservación Amanitas Caesarea, Boletus Aéreus, Boletus Edulis, Boletus Pinícola, Boletus Aestivalis.