VIEDEO


El 7 de diciembre de 1996 Cuenca fue declarada por la UNESCO Ciudad Patrimonio de la Humanidad. Ello fue debido a la magnífica preservación de su paisaje urbano original: fortaleza medieval, monumentos civiles y religiosos desde los siglos XII al XVIII, y a esa excepcional fusión de la ciudad con el bellísimo entorno natural en que se enclava.
La ciudad está rodeada por una muralla de origen árabe, de la que se conserva parte de su extensión y alguna puerta de acceso como la de Huete. La muralla se desarrolló por lo que hoy se conoce como los barrios del Castillo y de San Pedro, los barrios altos de la ciudad. Cuenca engloba en su conjunto diversos bienes que se pueden clasificar en arquitectura militar: como los restos del Castillo (SXII) que fue volado por las tropas francesas en la Guerra de la Independencia o la Torre de Mangana (árabe); arquitectura religiosa como La Catedral (s.XII-XVIII) o el Convento de las Esclavas (s.XVI), arquitectura civil como las Casas Colgadas (Baja Edad Media) y el Puente de San Pablo (s.XVI-XX). Cuenca es una realidad urbana sorprendente donde se enlazan los tiempos del pasado y los del presente, donde patrimonio cultural y patrimonio natural se complementan y ofrecen al visitante una oportunidad para sorprenderse.
Agua y piedra confrontaron durante milenios para construir la más formidable atalaya surgida en el territorio que habría de ser ibérico. Le bastaron a la Naturaleza dos ríos para trazar sus contornos, abrazarla, ahondar sus hoces y nutrir de verde su horizonte más próximo. Después llegó el hombre. Desde los primitivos hasta los árabes se afanaron en convertirla en hogar y fortaleza. Y finalmente fue musulmana. Se llamó Kunka. En 1177 Alfonso VIII pretendió ocuparla, sumarla al reino de Castilla y convertirla al cristianismo; tras un sitio de nueve meses, fue el hambre de sus moradores y no las murallas quien le abrió paso. Toda Cuenca -definitivamente castellana-- se pobló de nuevos significados religiosos. Así la mezquita se transformó en Catedral, el románico se trocó en gótico y se alzaron iglesias y conventos.