SETAS DE INVIERNO


No dejará de sorprenderles que también en invierno puedan encontrarse especies de hongos, incluso comestibles, a pesar de las bajas temperaturas, hielo y nieve. Se dará el caso de que algunas especies que encontramos en primavera y otoño, puedan estar también en invierno y bien serán especies tardías de otoño o muy madrugadoras de primavera, dependiendo del lugar y hábitat. Lógicamente la resistencia es mayor en el interior del bosque, al estar resguardadas por los árboles, que en campo abierto, pero aun así las hay sufridas que se atreven a salir en prados, como Lepista saeva o personata –pie violeta–, especie además comestible de fuerte sabor. No es tan elevado el número de especies –ni tan abundantes– que se atrevan a salir en estas condiciones y más si nos fijamos exclusivamente a las comestibles, pero por el contrario tenemos una especie que es la reina de la cocina. Es Tuber melanosporum o trufa negra de invierno.
Claro está que para encontrarlas es necesario, como siempre, ir a buscarlas. No vale decir o pensar que «con este frío es imposible que salga nada».
Vamos pues a describir algunas de estas especies. También hablaremos de otras, que aunque no comestibles, hacen su función en la naturaleza o al menos resultan curiosas.
Babosas
Reciben este nombre las llanegas, que pueden ser blancas, grises y negras. Son estas últimas las más apreciadas y propias de esta época otoño-invernal. Estamos hablando de Hygrophorus latitabundus, llanega negra, Hygrophorus agathosmus, llanega gris, Hygrophorus gliocydus, Llanega blanca. 
Lanega negra
Podemos identificarla por ser una seta que tiene láminas blancas muy separadas, gruesas y decurrentes y el pie es grueso, blanco con esfumaciones grises características. Pero lo más característico es la mucosidad que recubre la piel del sombrero, de color oscuro, casi negro, de ahí su nombre de baboso. Es un comestible muy apreciado. Su sabor tiene algo de ahumado. Su carne es gruesa y sabrosa, algo melosa. Combina bien en distintos guisos. 
Llanega blanca
Llanega gris
Capuchina
En la familia de los Tricholomas hay muchas especies comestibles y algunas de gran calidad gastronómica, que también se dan en esta época. Citamos dos de ellas, una por su excelente calidad gastronómica y otra por su abundancia y también de buena calidad. Nos referimos a Tricholoma portentosum –capuchina– y Tricholoma terreum o negrilla, ratón, etc.
Tricholoma portentosum
Capuchina es también seta de láminas, escotadas, de un blanco sucio, con lamelulas y el pie es grueso más o menos cilíndrico, blanco y frágil, que se astilla. El sombrero es casi negro con ciertos reflejos amarillentos, de superficie lisa más o menos brillante, dependiendo de la humedad ambiente. Es una especie que aguanta bien los rigores invernales y las heladas. Le gustan las zonas de barranqueras de los pinares arenosos, aunque a veces coloniza mayores superficies más o menos llanas.
Como su nombre, portentosum, indica, puede adquirir notable tamaño, mucho mayor que Tricholoma terreum a la que se parece en cierto modo. Carne gruesa y sabrosa de olor harinoso.
Tricholoma terreum
La otra especie parecida, comestible,es Tricholoma terreum, generalmente de menor tamaño. Aparte de su tamaño y robustez, se diferencia de la capuchina porque su sombrero no es liso, sino de un aterciopelado fibriloso, de color más gris. Es más frágil, por lo que hay que recogerla con cuidado y ponerla en un recipiente rígido y ventilado. Es muy abundante.
Pie azul y pie violeta
Ambas pertenecen al género Lepista y son bastante parecidas. Lepista nuda no solo tiene azul el pie, sino que lo tiene más acentuado, igual que las láminas ya que el sombrero adquiere más bien tonos lilas-marrones. El sombrero es liso y de tacto húmedo y tierno, sobre todo si el ambiente no es seco. Sale en otoño y comienzo de invierno, tanto en pinares como carrascales de más baja cota. Su carne es suave, algo melosa y dulzona por lo que es recomendable comerla mezclada con otras especies. También suele utilizarse para postres o mermelada.
Pie azul
Pero la especie que mejor aguanta el frío es el pie violeta o Lepista saeva. En esta sí que sólo el pie es del color violeta, pues tanto las láminas, como el sombrero, no lo son ya que tienen tonos cremas, más oscuro el sombrero. Aguanta bien la intemperie en prados y jardines, aun con heladas. Es de sabor fuerte.
Pie violeta
Flammulina velutipes
Flammulina velutipes es una especie de láminas y sombrero anaranjados, aunque lo más destacado de ella es su largo y fibroso pie aterciopelado, de color oscuro casi negro. Crece en tocones de árboles y arbustos formando ramilletes. Es muy resistente, aunque como comestible no es de mucha calidad. Pero curiosamente se cultiva en China y de forma bien distinta a como está en la naturaleza, ya que es un cultivo hidropónico en botes, con lo que forma ya un manojo preparado para su comercialización. En la naturaleza no es carnosa pero su sombrero es de proporciones medianas, pero las cultivadas se comercializan con el sombrero cerrado, con lo que es muy pequeña.
Hydnum
Los Hydnum se caracterizan principalmente porque bajo su sombrero tienen la superficie cubierta de púas o aguijones, que se desprenden fácilmente, con lo que se diferencian de otras parecidas que no lo hacen como Sarcodom. De las especies de este género el más resistente al frío es Hydnum albidum o Hydno blanco, aunque también aguantan bastante Hydnum rufescens, lengua de gato, e Hydnum repandum ,lengua de vaca.
Hydnum albidum
 Hydnum rufescens
 Hydnum repardum

Aunque todos son muy parecidos, el color del sombrero es una característica casi suficiente para diferenciarlos. Hydnum albidum es más blanco, como su nombre indica, que Hydnum repandum o lengua de vaca que es de color gamuza e Hydnum rufescens que es más rojizo que este. La carne es compacta pero muy frágil, con lo que fácilmente se rompe al cogerlos.
Otras especies comestibles
También en inviernos templados, encontramos otras setas comestibles, como Leccinum lepidum ,boleto de carrasca, Craterellus cornucopioides o trompeta negra o de los muertos y Cantharellus lutescens o trompeta amarilla, e incluso hasta Reyes los Lactarius deliciosus, y por supuesto Agrocybe aegerita o seta de chopo que crece durante todo el año.
Leccinum lepidum
Leccinum lepidum es como un boletus y bajo su sombrero tiene tubos, que forman como una esponja de color amarillo. La característica más diferenciadora con otros boletus radica en que la superficie del pie, en este caso es granulosa de color amarillo. Su sombrero es de un color amarillo-crema y la carne también es de color amarillo pálido. Su carne es agradable y puede utilizarse en la cocina para hacer salsas o saltearlo para acompañar carnes.
Trufas
Tuber melanosporum es el verdadero hongo invernal y que solo se permite su recolección desde uno de noviembre al 19 de marzo. Pero sucede que en esta época crece también Tuber brumale y se importa Tuber indicum, que pueden confundirse con Tuber melanosporum, de mucha más calidad. Por tanto deben conocerse sus diferencias para que no nos engañen.
Tuber melanosporum es un hongo que nace en primavera, se desarrolla en verano y otoño para madurar en invierno. Crece en simbiosis con Quercus ilex y otros robles y avellanos, principalmente, formando micorriza. Esto puede realizarse de forma silvestre y espontánea o cultivarse plantando pequeños árboles cuyas raíces han sido infectadas previamente con esporas del hongo. Únicamente se desarrolla en terrenos calizos. 

Otras setas, otros usos
Pero no solo salen en esta época estas setas comestibles, ni solo estas son interesantes. Aunque no se coman, hay setas de singular belleza o que al ser coriáceas sirven para decoración y otros usos. Hasta las venenosas hacen una función en la Naturaleza o se les encuentra una utilidad farmacéutica. Una seta típica invernal es Sarcoscypha coccinea, seta que crece sobre ramas de carrascas y otros árboles y que es como una cazoleta de color rojo intenso en su interior y que aunque no es comestible, destaca en el bosque y es muy fotografiada por los estudiosos.
 Sarcoscypha coccinea