España cuenta con lugares para practicar la micología durante todo el año, pero la campaña fuerte empieza en septiembre.
Si
hay tormentas de verano, en septiembre ya hay setas en las sierras de
Teruel y en la Serranía de Cuenca. En noviembre hace frío en las zonas
más altas, pero suele darse bien el recurso en las Sierras de Cazorla y
Segura y Las Villas, la Sierra de Alcaraz y las sierras de Valencia. En
diciembre, por ejemplo, se pueden recoger setas en las áreas más
cálidas, como Sierra Morena y Sierra Levante. Hay especies exclusivas de
primavera, como el marzuelo y la colmenilla. En invierno, la trufa
negra es la estrella. Y en los Pirineos suele haber setas en pleno
verano.
España, pues, parece un paraíso
fúngico durante todo el año. No obstante, la micología es una afición de
prudentes, no de valientes. No existe un único método exacto para
clasificar una seta: cuando vamos al campo muy pocas setas están claras,
no las podemos comparar con la foto de un libro porque el sol y la
lluvia las modifican.
Los hongos ya eran muy
apreciados en la antigüedad. Pero, ¿sabías que la representación gráfica
más antigua de un hongo que se conoce se encuentra en una pintura mural
hallada en la tumba del faraón egipcio Amememhat (1450 a. C)? Así lo
aseguran desde Turismo de Navarra. Un dato curioso que puedes anotar o
no.
Sí deberías, en cambio, recordar las
siguientes buenas prácticas de recolección de hongos y setas. Así no
tendrás que marcar el número de Emergencias toxicológicas y además
contribuirás a respetar el medio natural.
1.-Recoge solo las especies que conozcas. No utilices rastrillos. Y tapa los agujeros que se originan al arrancarlas del suelo.
2.-Limpia
las setas al cogerlas y colócalas en tu cesta de mimbre –nunca bolsas
de plástico- con el sombrero boca abajo, para evitar que se manche el
himenio.
3.-No recolectes ejemplares agusanados ni viejos; son indigestos, pero en el campo cumplen con su función reproductora.
4.-Cómelas de inmediato; son productos perecederos.
5.-No consumas setas de lugares contaminados: bordes de carreteras, zonas industriales...
6.-Respeta los ejemplares que no conoces, destas puede venir otro que los pueda aprovechar.
7.-En
caso de alteraciones digestivas o nerviosas, acude al centro
hospitalario más próximo llevando algún ejemplar del producto ingerido.
El
Parque Natural Serranía de Cuenca se sitúa al noreste de la provincia
conquense, extendiéndose a lo largo de 73.726 hectáreas. Los términos
municipales de Arcos de la Sierra, Beamud, Cuenca, Huélamo, Las Majadas,
Portilla, Tragacete, Uña, Valdemeca, Villalba de la Sierra y Zafrilla
disfrutan de este enclave natural que, gracias a numerosas rutas
abiertas al público, se puede recorrer a pie.
Las
masas de pino negral de la Serranía de Cuenca se encuentran entre las
más extensas y mejor conservadas de la península ibérica. Los pinares
dominan, sobre todo, la zona occidental del Parque, ocupando sus suelos
calizos desde las partes más bajas hasta los 1.400 metros de altitud.
La
presencia de las poblaciones ibéricas más meridionales de roble albar
en la umbría y silícea Sierra de Valdemeca constituye una de las
singularidades florísticas del territorio. Quejigares, encinares y
sabinares albares completan el elenco boscoso, siendo más abundantes en
altitudes medias del Parque.
La Serranía de
Cuenca cuenta con muchos y buenos lugares para recoger setas. Lo mejor,
los montes públicos. Lugares emblemáticos son Tragacete, Las Majadas y
Valdemeca.
Durante la campaña micológica se
organizan numerosos cursillos, actividades y jornadas en distintos
puntos de Castilla-La Mancha: Albacete, Cardenete, Caudete, Cuenca, Uña,
Sotos, Guadalajara, Motilla del Palancar, Orea, Toledo, Viso del
Marqués, Yeste, etc.
De entre el amplio y
variado catálogo de setas representativas de la sierra de Valdemeca
destacamos las siguientes: Lactarius deliciosus, Gyromitra ínfula,
Marasmius oreales, Morchella esculenta, Lepista personata, Pleurotus
eryngii, Pholiota squarrosa, Pleurotus ostreatus, Lepista nuda,
Lyophyllum decastes, Hygrophorus camarophyllus, Pholiota gummosa, Mycena
seynesii, Boletus pinopilus, Boletus edulis, Cantharellus cibarius,
Cantharellus lutescens.