SPARASSIS CRISPA
 
Clase: BASIDIOMYCOTINA.
Orden: CANTHARELLALES.
Familia: SPARASIDACEAE.

Carpóforo que puede alcanzar notables dimensiones, algunos ejemplares pueden llegar a los 40 cm de largo por 20 o 25 de altura. Tiene forma de múltiples ramificaciones agolpadas y entrelazadas entre sí, onduladas o crispadas, que forman una masa compacta con aspecto similar al de una coliflor. La superficie de estas ramificaciones tiene un color crema en los individuos jóvenes, adoptando tonos ocre amarillentos de vieja. Cuando decae las ramas se abren y se desenredan adoptando un aspecto más laminado o espatulado.
Himenio liso de color blanquecino o crema, oscurece de forma paulatina, sobre todo a raíz de producirse la maduración.
Pie muy corto de color blanquecino con aspecto de tronco de coliflor del que parten las ramificaciones, cuando el carpóforo está plenamente desarrollado no es visible.
Esporada esporas lisas y más o menos ovoidales con una gran gota lipídica de 5 a 7 micras por 4 o 5 aproximadamente.
Carne delgada y frágil, de color blanco y luego ocre amarillenta, su olor es aromático y muy patente, levemente anisado en la recolección y posteriormente complejo dulzón, su sabor es como de frutos secos. Cuando es joven es blanda, luego se vuelve más correosa.
Hábitat es una especie que suele aparecer ligada a la base de troncos y tocones de diversas coníferas, muchas veces sobre la propia tierra de alrededor o sobre las raíces. Aparece preferentemente durante el otoño o finales del verano. En el norte de la península ibérica es frecuente bajo pinos, donde no falta a su cita cada año, sin embargo en otras regiones es escasa.
Comestibilidad existen diversidad de opiniones en cuanto a la calidad culinaria de esta especie, lo que se recomienda es recolectar solo ejemplares jóvenes en perfecto estado ya que se vuelve un tanto indigesta de vieja. Hay que limpiar muy bien todos sus pliegues. Sirve para elaborar croquetas. Rica en revueltos.