En relación con las setas tóxicas, existen un cierto número de especies muy peligrosas, mortales; otras producen graves enfermedades; unas terceras que simplemente son pesadas e indigestas y finalmente aquellas que poseen propiedades psicotrópicas de las que debemos desconfiar por completo.
Es preciso conocerlas bien. La lista de algunas setas mortales estaría formada por los siguientes ejemplares:
1. La Oronja verde, Amanita phalloides.
2. La Oronja maloliente, Amanita virosa.
3. La Orenja blanca, Amanita Verna.
4. El Cortinario fulmíneo, Cortinarius orellano.
5. La Lepiota de carne roja, Lepiota helveola.
6. La Galerina redondeada, Galera marginata.
7. El Bonete, Gyromitra esculenta.
8. Cortinarius speciosissimus.
9. Tricholoma Ecuestre, seta de los cabaleros.
Dentro del grupos de setas venenosas debemos señalar las diminutas Lepiotas, que no llaman la atención por su pequeño tamaño, Lepiota santhaphylla, L. Clypeolarioides y L. Psudohelveola. En conveniente evitar las especies de genero Inocybes y tambien los Clytocibes blancos y por último el Tricholoma tigrinum.
No olvidemos las grandes indigestiones, en cuyo primer lugar se encuentra el Entoloma lividum, la Tricoloma atigrada y el Pleuroto del olmo. Otras especies son indigestas y purgantes, en primer lugar se encuentra algunas clavarias. Así es mejor abstenerse de consumir las clavarias amarillas y conformarse con la Clavaria coliflor, que se distingue de todas las demás por sus ramas blancas y las puntas purpúreas de sus ramas, fácil de identificar cuando es joven. A esta lista se añadirá el Boleto de Satanas y dejaremos de lado las russulas y lactarias acres que no son comestibles debido a su mal sabor.
Con todas estas especies no ofrecen ningún resultado el empleo de viejos trucos o recetas. Los errores se cometen precisamente por esos ridículos prejuicios y falsas creencias. Así se dice que todas las setas de los prados con comestibles, es un error. Como también es un error creer que las setas que se comen los animales son comestibles, y no debemos aceptar que todas las setas blancas sean comestibles. También supone una equivocación decir que las setas que cambian de color son tóxicas. Es una falacia.
Lo mismo sucede con las recetas. La más practicada es la de cocer las setas con una moneda, cuchara u objeto de plata. Si el objeto ennegrece indica que son venenosas. Ello no es cierto, ya que se debe a compuestos que contienen y que también poseen otros alimentos que son comestibles. Se cree que al cocerlas desaparece el veneno. Ello sirve para algunas setas, pero no es una regla general, la Amanita phalloides y la Amanita Verna contienen el mismo veneno antes y después de cocerlas.
Para no envenenarse hay que aprender a reconocer las especies peligrosas. No existe otro remedio y como no son demasiado numerosas todo buen buscador debe ser capaz de reconocerlas. En cualquier caso se aconseja no recolectar aquellas especies que nos ofrezcan dudas.
Es preciso conocerlas bien. La lista de algunas setas mortales estaría formada por los siguientes ejemplares:
1. La Oronja verde, Amanita phalloides.
2. La Oronja maloliente, Amanita virosa.
3. La Orenja blanca, Amanita Verna.
4. El Cortinario fulmíneo, Cortinarius orellano.
5. La Lepiota de carne roja, Lepiota helveola.
6. La Galerina redondeada, Galera marginata.
7. El Bonete, Gyromitra esculenta.
8. Cortinarius speciosissimus.
9. Tricholoma Ecuestre, seta de los cabaleros.
Dentro del grupos de setas venenosas debemos señalar las diminutas Lepiotas, que no llaman la atención por su pequeño tamaño, Lepiota santhaphylla, L. Clypeolarioides y L. Psudohelveola. En conveniente evitar las especies de genero Inocybes y tambien los Clytocibes blancos y por último el Tricholoma tigrinum.
No olvidemos las grandes indigestiones, en cuyo primer lugar se encuentra el Entoloma lividum, la Tricoloma atigrada y el Pleuroto del olmo. Otras especies son indigestas y purgantes, en primer lugar se encuentra algunas clavarias. Así es mejor abstenerse de consumir las clavarias amarillas y conformarse con la Clavaria coliflor, que se distingue de todas las demás por sus ramas blancas y las puntas purpúreas de sus ramas, fácil de identificar cuando es joven. A esta lista se añadirá el Boleto de Satanas y dejaremos de lado las russulas y lactarias acres que no son comestibles debido a su mal sabor.
Con todas estas especies no ofrecen ningún resultado el empleo de viejos trucos o recetas. Los errores se cometen precisamente por esos ridículos prejuicios y falsas creencias. Así se dice que todas las setas de los prados con comestibles, es un error. Como también es un error creer que las setas que se comen los animales son comestibles, y no debemos aceptar que todas las setas blancas sean comestibles. También supone una equivocación decir que las setas que cambian de color son tóxicas. Es una falacia.
Lo mismo sucede con las recetas. La más practicada es la de cocer las setas con una moneda, cuchara u objeto de plata. Si el objeto ennegrece indica que son venenosas. Ello no es cierto, ya que se debe a compuestos que contienen y que también poseen otros alimentos que son comestibles. Se cree que al cocerlas desaparece el veneno. Ello sirve para algunas setas, pero no es una regla general, la Amanita phalloides y la Amanita Verna contienen el mismo veneno antes y después de cocerlas.
Para no envenenarse hay que aprender a reconocer las especies peligrosas. No existe otro remedio y como no son demasiado numerosas todo buen buscador debe ser capaz de reconocerlas. En cualquier caso se aconseja no recolectar aquellas especies que nos ofrezcan dudas.